Actualmente
las empresas modernas y aquellas que se atreven a luchar para mantenerse en las
estadísticas de producción y rentabilidad, enfrentan grandes batallas con su
personal para lograr el adecuado entrenamiento y la reconocida identificación
corporativa, lo que identificamos como ese valioso “sentido de pertenencia”.
Las
más importantes empresas hoy en día, contratan profesionales para establecer
complicadas filosofías, modifican muchas veces su visión y misión, confundiendo
en algunas ocasiones a los empleados o dejando de prestarle atención a todo el
personal y colaboradores de la empresa, que muchas veces tienen el mismo
contacto con los clientes que cualquier otro empleado de la gerencia o el mismo
departamento de ventas.
Estas
complicadas filosofías dejan de lado la verdadera vocación del empleado y su
identificación con su oficio o la camisa que llevan puesta.
Han
pensado cuánto dinero se invierte en anunciar o hacer una increíble campaña
publicitaria, anunciando un producto o servicio, para determinada empresa y
NADIE CONTESTA el número telefónico que aparece reflejado en esos anuncios ¿?
Este
ejemplo sucede muchas veces y no precisamente porque nadie haya pensado en
contratar un empleado “preparado” y con buena presencia que cumpla un horario
para atender esas llamadas, la situación irregular se presenta cuando nadie le
hace seguimiento a las preguntas, respuestas, inquietudes, soluciones y formas
de resolver, las diferentes situaciones que enfrenta diariamente esta persona.
Es allí donde comienzan realmente los problemas y la competencia abusa de
nuestra deficiencia, tomando esa debilidad como su mayor fortaleza.
Es
por esto que siempre digo a mis empleados y colaboradores que la gran
diferencia en el servicio está en LOS DETALLES, de nada le sirve a un exitoso
vendedor cautivar a su cliente y convencerlo de tener el mejor producto, si
nuestra entrega llega tarde, nuestro huésped recibe mala atención al llegar a
la recepción o la fiesta organizada no cuenta con la logística adecuada y
ofrecida en el presupuesto. En esos casos el trabajo del vendedor se ve
inmediatamente reflejado en las emociones negativas de nuestro cliente y la
venta a futuro, sin duda, también se verá reflejada en nuestro balance negativo.
Por todo esto debemos entender que,
VENDEDORES SOMOS TODOS !
En mis reuniones siempre les recuerdo a mi equipo, párense en el espejo, pregúntense que están haciendo y cual es su verdadero aporte para la visión y misión de la empresa para la que trabajan.
Hugo Santos, se define como un publicista dedicado a la hotelería, actualmente escribiendo para su blog acerca de la industria hotelera, el marketing, y el manejo de las redes sociales. Permanentemente activo y enfrentando a diario el contacto con los clientes, como su principal fuente de inspiración, mientras logra publicar su próximo libro "Ensayo de Marketing Turístico en 70 pag.´s"
Este articulo y cualquier otro publicado en mi blog puede ser reproducido y utilizado como referencia, siempre y cuando se mencione la fuente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejarnos tus comentarios o sugerencias, no dejes de visitar nuestra pagina web otrozurdo.com