Recientemente compartí en redes sociales una imagen, donde reunía los diferentes porta nombres o nametag que he logrado conservar luego de 25 años trabajando en la Hotelería
Una imagen llena de recuerdos, la muestra gráfica del camino por los diferentes hoteles donde he tenido la suerte de haber crecido y formado parte.
Un paseo mental donde recuerdo mis inicios en el departamento de tele mercadeo, donde mis funciones eran llamar por teléfono para dar a conocer e invitar a los diferentes clientes registrados en el hotel (personas que nos visitaban o se hospedaban frecuentemente con nosotros), para preguntarles cual había sido su experiencia y además recordarle y ofrecerles nuevas promociones, festivales, ofertas y promociones.
"Los agentes de telemercadeo, o contac center, de los años 80 éramos como una especie de post vivientes, que dábamos a conocer, las marcas, a través de llamadas telefónicas"
Luego vino el departamento de ventas, ya desde esa posición salíamos a la calle, a visitar clientes, "buscar negocios" conocer las necesidades de los clientes, mirar de cerca la competencia, para poder ampliar nuestro portafolio de clientes y ofrecer alternativas que fueran rentables para el hotel y de interés para las empresas visitadas.
Varios años después de mucho esfuerzo, metas cumplidas y lograda la especialización en el área de gerencia hotelera, llegó el puesto como director de mercadeo y ventas, (el primer gran escalón), desde allí tuve la gran oportunidad de manejar mi primer equipo de ventas, con la experiencia que había acumulando y además podía poner en práctica mis estudios publicitarios, para trazar el plan de mercadeo del hotel, lo cual era fascinante y me hacía sentir en un patio de recreo, disfrutando mi trabajo.
Una posición que luego de varios años, donde tuve la oportunidad de viajar a conocer otros hoteles para estudiar muchas y variadas estrategias compartidas con colegas de otros países y diferentes ciudades, lo que trajo con el tiempo nuevos escenarios, nuevas aperturas de hoteles y allí fue cuando apareció la oportunidad de seguir creciendo, y tomar el reto de lo que fue una increíble experiencia al frente del departamento de alimentos y bebidas.
Desde el área de alimentos y bebidas, sentí el reto enorme de dar a conocer un servicio diferente de cara al cliente, poniendo en marcha un aprendizaje que me permitiera ponerme a la altura de una propiedad que se abría paso como la primera opción de alojamiento de lujo, casino y centro de convenciones, en la ciudad. Sin duda, un desafió que me exigía poner mi mayor empeño y compromiso con la marca, para lograr los resultados que esperábamos.
Pasados varios años al frente de esta posición y superados muchos retos, siguieron los cambios, y con ellos las aspiraciones y el interés por afrontar nuevos retos, todos con sus diferentes grados de dificultad y su debido tiempo de preparación, hasta lograr la posición como gerente de operaciones, gerente residente y finalmente la gerencia general.
Todas y cada una de estas etapas con su encanto propio, su aprendizaje, sus retos y por supuesto sus obstáculos, errores, aciertos y desaciertos.
Al día de hoy puedo decir que no hay un día igual al anterior y no hay un mundo más fascinante que la hotelería donde todos los días tienes la oportunidad de servir, aprender y mostrar hospitalidad para brindar buen servicio...porque los hoteleros valemos mucho más de lo que piensan y hacemos más de lo que imaginan, después de todo, trabajamos donde los demás descansan.
En la actualidad, nos mantenemos en permanente contacto con los cliente y seguimos aprendiendo, para poder adaptarnos a los nuevos tiempos, las tendencias actuales y las mejores prácticas.
