Regularmente
percibimos que somos mal atendidos cuando entramos a una tienda,
establecimiento o hacemos una compra, incluso muchas veces, podemos llegar a
sentirnos ignorados, por quien debería darnos la bienvenida o atendernos con
una sonrisa.
Por
esto es importante que como prestadores de servicio si nos dedicamos a las
ventas y queremos establecer adecuadas y estupendas relaciones comerciales, que
nos ayuden a lograr la aceptación y fidelidad de nuestros clientes, sepamos
manejar algunas conductas que nos permitan acercarnos a esta persona que
debemos atender brindándole la confianza suficiente para que su compra o
negociación nos permita llegar al feliz término de la negociación y sus compras
sean cada vez más frecuentes.
Un
contacto visual, sincero, directo, cálido y transparente, le permitirá a
nuestro cliente saber nuestras verdaderas intenciones sin necesidad de sentirse
presionado. Esto definitivamente elevara tu nivel de confianza y crecerá
inmediatamente la fidelidad de tu cliente quien se sentirá identificado con tu exposición.
Es
así como los primeros segundos frente a tus clientes son importantísimos y
duraderos, es por esto que me atrevo a asegurar que si trabajas en VENTAS, ya
sea en un proyecto estudiantil, en ventas de ideas, o ventas de servicio o
productos específicos, necesitas los minutos iniciales y la habilidad para
desconectarte del mundo y concentrarte únicamente en ese momento, de inmediato
produciras una reacción favorable en la gente y sucede a nivel emocional, por
medio de tus expresiones no verbales y lenguaje corporal y tus gestos de inmediato generan impresiones subliminales, lo que te permite sobresalir y llevar un
paso adelante en la relación con otras personas al momento de hacer tu exposición
o darte a conocer para mostrar un producto o servicio.
“Si quieres sobresalir aprovecha las oportunidades en los primeros instantes de tu presentación”
Te has preguntado a
que te dedicas ¿?
La
mayoría de las personas cuyo trabajo incluye la interacción con clientes o
potenciales compradores, piensan que están en un negocio que se dedica a
ofrecer o vender o producto determinado pero la realidad es que no importa lo
que vendamos, el resultado final siempre será dejar un beneficio para las otras
personas,
Ejemplo: Quizás un recepcionista de un
hotel piensa que su trabajo consiste únicamente en verificar la identidad del cliente,
cobrar la habitación y entregarle la llave al huésped, cuando en realidad su
presencia y actitud es la primera imagen que brindamos del hotel, haciendo sentir
al huésped a gusto con el destino que reservo y tomar sus primeras impresiones
para ayudar al resto del equipo a lograr que la estadía de ese cliente sea
un viaje inolvidable y placentero.
Lo
mismo ocurre en cualquier otro negocio y debemos entender que nuestro trabajo
como vendedores y prestadores de servicio, sin importar cual sea nuestra posición, se trata de entender que la función principal es “brindar un servicio” y ayudar a
otros a conseguir lo que buscan.
Si
logramos aplicar esto a nuestras funciones nuestras actitudes serán más
congruentes y estaremos mejor centrados
para atender a la gente y lograremos también mayores recompensas
personales.
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