Recientemente
durante un viaje por carretera hacia el Aeropuerto Internacional de Maiquetía,
tuve la oportunidad de conversar con el chófer que me estaba prestando el
servicio y nos pusimos a comparar las instalaciones de nuestro país con otras
ciudades, las costumbres y el comportamiento de nuestra gente. Como el camino
era largo nos dio tiempo de hablar en relación a la conducta que asumimos
cuando estamos en algún aeropuerto, o de qué forma, nos portamos cuando estamos
a punto de comenzar un viaje, en caso de que este sea por negocios, por placer,
o una simple rutina para desplazarnos a nuestros lugares de trabajo.
Al
llegar al aeropuerto fue inevitable quedarme en la cola analizando los
diferentes tipos de personalidades y sus comportamientos en común, a tal punto
que durante el tiempo que pase esperando mi vuelo, no hacia otra cosa que
comparar y estudiar la relación que guardan las personas en común,
indiferentemente del país en que nos encontremos.
“Por eso creo que nuestro destino de viaje no siempre será el lugar donde lleguemos, sino la forma como veamos las cosas”
Al
regresar de mi viaje quise hacer una lista de las cosas más recurrentes que
había notado en ambos aeropuerto y algunas que recordaba o me venían a la mente, por la frecuencia que me ha tocado verlas y muchas veces comentamos sin darnos
cuenta que estas historias son fotografías literarias, de cada uno de nuestros
viajes.
Personajes
que nunca faltan, durante la cola para abordar un vuelo en cualquier Aeropuerto
Venezolano y extranjero…
El maletero o portero: Ese Personaje casi folklórico que
nos recibe con las maletas al bajarnos del taxi, para indicándonos el camino, siempre
nos ofrece ayuda con el equipaje y cualquier otra información adicional que no le
hemos preguntado, pero él está
acostumbrado a responder a todos los visitantes y quienes llegan al sitio
maleta en mano, en la mayoría de las veces, limpian zapatos y hasta se ofrecen
para cambiar divisas. Casi siempre están “uniformados” o parecen estarlo,
aunque su apariencia sea más parecida a la de un funcionario público y su
vocabulario en primer orden, le hace honor a la tierra donde estamos.
Cualquiera diría que lo ha visto en otra parte o ya le hemos conocido antes
porque su aspecto y su conducta nos hace pensar que ya nos había atendido en
otra ocasión anterior.
El experto en colas o
viajero frecuente:
En toda cola encontramos alguien que aparenta o dice ser un frecuente viajero y
conocer todos los detalles del aeropuerto, sus trámites, los defectos, la
puerta o rampa en mejores condiciones, el operador más lento o incluso llega a
alardear de conocer a todos quienes trabajan detrás del mostrador, los horarios
de las aerolíneas y hasta las frecuencias de los vuelos que hacen escala ese
día, el nombre del piloto que sale con la chica de la taquilla, el señor de
bigotes que atiende en la venta de periódicos y cualquier ocurrencia que se le
venga a mente mientras dure la cola para nuestro chequeo o abordaje.
La típica
conversadora: En
estas colas nunca falta la señora que siempre se las ingenia para hablar,
hablar y hablar , con cualquiera que esté cerca o por lo menos al alcance del
tono de su voz, generalmente dicharachera, pero siempre con esa imperante
necesidad de ser escuchada, y hablar del trámite en cuestión, el motivo de su
viaje o todo cuanto le preceda en su vida, sus nietos, sus viajes anteriores, la
bolsita de comida que lleva para comer durante el vuelo, los precios de los
pasajes, el gobierno, el clima, la diferencia monetaria, la oferta hotelera
ETC, cualquier tema será bueno para socializar y hacerle compañía a una larga
conversación durante el tiempo que pases en la cola.
La mujer embarazada: En el próximo viaje que hagan fíjense
en esto, y noten que es totalmente cierto, toda cola en cualquier lugar del
mundo tiene una mujer embarazada, pareciera que hay una especie de propaganda o
campaña, donde ellas reciben el apoyo necesario para viajar y pasearse por
todas las filas hasta que alguien (generalmente un oficial de la línea área)
les permite adelantarse en el proceso, para no estar demasiado tiempo de pie.
El niño recién nacido: Si bien es cierto que hay mujeres
embarazadas, también hay niños recién nacidos y ambos pueden pasear de fila en
fila, atormentando al resto de pasajeros o abriéndose paso, por cortesía o por
evitarse en muchos casos la inquietante conducta de quien parece tener la
energía suficiente para encender el avión y hacernos volar a todos con sus
gritos y carreras impulsivas. Mientras la mamá conversa con una amiga, lee la última
revista de farándula o simplemente está entretenida con su teléfono inteligente.
El primerizo (Young): Nunca falta el joven, que viaja por
primera vez y cada dos minutos tiene una pregunta acerca de su viaje, los
requisitos que necesitara al momentos de registrarse, o que tanto conocemos el
destino y cómo podemos orientarlo, recomendándoles lugares donde pueda
disfrutar su viaje, sin gastar el poco dinero que tiene previsto gastar durante
sus improvisadas vacaciones. Este personaje por lo general es muy fácil de
reconocer porque siempre esta vestido como si ya hubiera llegado al destino,
donde apenas nos estamos embarcando.
El dueño de la
tecnología (Nerd):
Muy parecido al primerizo, en todos los viajes, siempre me encuentro al
pasajero que parece haber traído la mitad de su oficina para el viaje y durante
toda la cola no hace otra cosa que hablar de las estadísticas, conversión
monetaria, horarios de otros vuelos, el clima en la ciudad destino, lugares de
moda, festivales, y un sinfín de opciones, que ha logrado descargar desde su tablet,
teléfono inteligente, computador personal, o lo que muchas veces es peor “me
los dijo un primo, de un amigo, que viajo la semana pasada”.
Los recién casados o
extrovertidos:
Aquella pareja que pareciera no poder esperar su destino para hacer
manifestaciones de sus sentimientos y expresan con su conducta la emoción de
haber logrado salir de casa para una anticipada luna de miel, donde a juzgar
por el “calor” de su conducta, para su próximo viaje estarán en la cola de la
chica embarazada.
Los prevenidos: En cada viaje me tropiezo con ese
grupo familiar que durante toda la cola pasan horas, revisando y haciendo
memoria de todo cuanto metieron o dejaron de meter en la maleta, papeles,
documentos, traje de baño, cámaras, audífonos, cepillo dental y cuanto puedan
recordar antes de subir al avión, y en la mayoría de los casos mandan al sobrino
o el más joven de la cola para comprar cualquier cosa, en la tienda de
conveniencia más cercana “porsiacaso”.
La asistente de
abordaje: Cuando
finalmente llegamos a counter o mostrador, nos encontramos con ese personaje
que en lugar de recibirnos con una fresca sonrisa para darnos la bienvenida y
mostrar su complacencia por haber confiado en los servicios de la aerolínea donde
ella trabaja, no podemos disimular nuestro asombro al verla con cara de
funcionario público, molesta por la enorme cantidad de pasajeros que ha tenido
que atender durante una breve jornada de trabajo, que por la hora, apenas está
comenzando.
Luego
de haber evaluado y superado estos escenarios me subo al avión y llegó a mi
destino convencido que los Venezolanos somos muy especiales, pero nada tenemos
que envidiarle a los turistas de cualquier otro país. Incluso cuando se trata
de vuelos retrasados y operadores con cara de pocos amigos, lamentablemente también
encontramos muchas coincidencias.
…será
hasta el próximo viaje !
Los invito escribir cualquier otro personaje que haya olvidado y dejen sus comentarios, para reírnos un poco, cuando tengamos que hacer una cola junto a ellos.
Este articulo y cualquier otro publicado en mi blog puede ser reproducido y utilizado como referencia, siempre y cuando se mencione la fuente.
Los invito escribir cualquier otro personaje que haya olvidado y dejen sus comentarios, para reírnos un poco, cuando tengamos que hacer una cola junto a ellos.
Hugo Santos, se define como un publicista dedicado a la hotelería, actualmente escribiendo para su blog acerca de la industria hotelera, el marketing, y el manejo de las redes sociales. Permanentemente activo y enfrentando a diario el contacto con los clientes, como su principal fuente de inspiración, mientras logra publicar su próximo libro "Ensayo de Marketing Turístico en 70 pag.´s"
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Muy bueno y muy cierto el articulo. Te felicito
ResponderEliminarBuenísimo este articulo, me reí mucho imaginando cada uno de los personajes que describes, yo pienso que te faltó mencionar los que siempre venden alguna estampilla o intentan cambiar divisas
ResponderEliminarTe felicito