septiembre 21, 2021

De la procrastinación a la resiliencia

 

Si alguna vez has postergado una tarea importante para, digamos, poner en orden alfabético las especias en tu alacena, sabes que no sería justo describirte como flojo.

 

Después de todo, ordenar alfabéticamente requiere concentración y esfuerzo —y, oye, tal vez hasta te esmeraste en limpiar cada frasco antes de ponerlo en su lugar—. Y no es como que te hayas ido de fiesta con tus amigos o te hayas puesto a ver Netflix. Estás limpiando, ¡es algo de lo que estarían orgullosos tus padres! No es pereza o mala gestión del tiempo. Esto es lo que hoy en día le dicen procrastinación.

 

Que es igual a posponer o aplazar tareas, deberes y responsabilidades por otras actividades que nos resultan más gratificantes




Mientras tanto, encontramos personas resilientes que nunca han conocida una vida dura, sino momentos difíciles. De algún modo miran la vida de un modo más optimista porque saben que no hay mal que dure 100 años (o tonto que lo soporte). De hecho, estas personas a menudo sorprenden por su buen humor y nos hacen preguntarnos cómo es posible que, después de todo lo que han pasado, puedan afrontar la vida con una sonrisa.


Estas personas por lo general, son creativas, consciente de sus imitaciones y Asumen las dificultades como una oportunidad para aprender, esos que llaman flexibles ante los cambios, pero perseverantes en sus propósitos, sin perder nunca de vista la meta trazada.


Analizados ambos términos y puestos uno al lado del otro sin tantos verbos de por medio, luego de haber leído y escuchado varios artículos de interés, puedo decirles que no es lo mismo poner en control de tu vida en tus acciones, que en tus abandonos. Dar menos o poner menos empeño del que puedes en una tarea asignada, es sacrificar un talento y dejar en espera un resultado que ya te pertenece, cuando dejamos de hacer algo para postergarlo esperando un mejor momento estamos perdiendo un tiempo que no volveremos a tener, porque el tiempo de hoy no lo vamos a recuperar mañana y seguramente tendremos una nueva tarea por realizar.

 

En muchas reuniones donde me han invitado siempre uso como ejemplo la diferencia entre estar involucrado y comprometido, por folclórico que parezca es muy gráfico y fácil de entender que la gallina ponedora apenas si está involucrada, en cambio el cerdo, cuando es servido en la mesa como unas rodajas de tocino ya está comprometido, y es allí donde está la real diferencia, en la conjugación de los verbos y cada una de las acciones que hacemos o dejamos de realizar, esperando la aprobación o la competencia de alguien mas




 

Por eso el mejor consejo es

 

Resiliencia para embadurnarse todos los días en aceite de oliva extra y que te resbalen todas las injusticias (como el escudo del Capitán América de Marvel) y Procrastinación para no transformar tu hogar o lugar de trabajo en un campo de batalla de la antigua Roma)

 

Si llegaste al final de este contenido te doy las gracias y te invito a visitar mi pagina otrozurdo.com donde podrás ver artículos similares y escuchar todos los podcasts grabados anteriormente

 

 

Y para concluir…

Ahora ve a terminar de ordenar alfabéticamente esos frascos de especias antes de que se convierta en lo siguiente que comiences a procrastinar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejarnos tus comentarios o sugerencias, no dejes de visitar nuestra pagina web otrozurdo.com