julio 04, 2019

7 Recomendaciones para mejorar tus relaciones interpersonales en el trabajo


No importa que llevemos mucho tiempo trabajando en un lugar o que seamos nuevos en este, nunca nadie está exento de tener problemas con sus compañeros de trabajo y aunque eso se trata de algo casi natural, en ocasiones esos problemas pueden escalar tanto que pueden interponerse en tu camino para alcanzar el éxito profesional.

Es común tener roces ocasionales o algunas diferencias con ciertas personas en el trabajo, lo que no es normal es que esto en vez de ser una excepción parezca la regla en tu desempeño porque hay que tomar en cuenta que las relaciones interpersonales pueden ser un excelente impulso para tu práctica profesional o justamente lo contrario, tú eres quien decide qué papel desempeñan.

Si tu problema actual es que tu vida laboral es la única que tienes porque no te deja tiempo para más nada y el estrés te está consumiendo, te recomiendo echar un vistazo a estos consejos de Gananci para que puedas equilibrar tu vida laboral y ser más feliz.

En caso de que tu situación sea diferente y estés contento con el lugar donde trabajas, tus funciones, tu carga laboral, etc., pero son tus compañeros lo que no te permiten estar 100% satisfecho, has llegado al lugar correcto. Es momento de dejar de echar la culpa a los demás y tomar cartas en el asunto para que la situación pueda cambiar del todo.

Lo primero que necesitas saber -antes de empezar a nombrar las recomendaciones-, es que tú tienes la capacidad de hacer que ocurran cambios, así estos cambios involucren a otras personas. Tal vez pienses que no puedes cambiar a los demás y esto es completamente cierto, pero puedes cambiar tú mismo y esto es un excelente comienzo.

Una vez que estés convencido de que puedes lograr cambios en tus relaciones interpersonales en el trabajo comenzando por ti, estarás listo para poner en práctica las siguientes recomendaciones:

a) Sonríe más
Te verás mucho más accesible y tu semblante mejorará. Esto no se trata de teoría, en la práctica y cualquier situación real es mucho más fácil hablarle a alguien que sonríe que a una persona que tiene una cara demasiado seria.
La sonrisa no hará que te pierdan el respeto, si eso es algo a lo que le temes. Al contrario, una persona que es capaz de mantener el buen humor incluso en situaciones críticas o en las que se esté bajo mucho estrés.
Esto no significa que tengas una sonrisa robótica en el rostro siempre, sin que te acuerdes de sonreír más. No solamente será positivo para las personas que te rodean, sino incluso tú mismo te sentirás mejor debido a los efectos que la sonrisa tiene en el organismo.

b) Deja de lado la actitud pesimista
Así como la actitud positiva se contagia, la negativa también tiene esta característica. Si eres una persona que suele tener cara larga, que se queja constantemente por el trabajo, que todo le molesta e incomoda, quizá el hecho de que tus relaciones interpersonales en el lugar de trabajo no marchen tan bien no es algo demasiado sorprendente, sino el resultado natural de esa situación.
Ten en cuenta que todas las personas tienen circunstancias que deben resolver, pero intenta no llevarte al trabajo estos problemas porque pueden crearte aún más.

c) Hazte cargo de tus errores con responsabilidad
Nadie es perfecto y todos estamos vulnerables a cometer errores, sin embargo, es necesario hacernos cargos de ellos y corregirlos. Cuando eres responsable y lo demuestras no solo con tus palabras, sino también con tus acciones las personas que trabajan contigo te respetarán por ello y se evitarán muchas situaciones desagradables.

d) Sé colaborador con otros miembros del equipo
Tu prioridad siempre debe ser cumplir tus funciones, pero dentro de esa dinámica no es obligatorio que te centres tan completamente en ellas y termines ignorando lo que pasa a tu alrededor. Si ves a un compañero en problemas ofrécete a ayudar.
Si alguien te solicita ayuda, bríndasela dentro de tus posibilidades. Esto no quiere decir que te sacrifiques o prefieras ayudar a otros compañeros antes que hacer tus propias tareas, pero sí que veas la solidaridad y el trabajo en equipo como algo importante. Empieza a hacerlo y notarás cómo las relaciones empiezan a fortalecerse.

e) Escucha con atención
Esto te servirá para conocer mucho mejor a las personas que conforman a tu equipo de trabajo. Muchas veces los problemas entre compañeros de trabajo comienzan por malos entendidos o interpretaciones erróneas, es por ello que hacemos hincapié en que escuches con total atención cuando otras personas se dirijan a ti.
Cuando eres bueno escuchando podrás desarrollar la empatía y relaciones más significativas con tus compañeros de trabajo quienes podrán ver en ti un aliado.

f)  Elogia con sinceridad a compañeros de trabajo
Si ves que alguno de tus compañeros de trabajo (no importa si es un subordinado o jefe) hace algo bueno celébralo, aplaude los logros de los demás y no tengas pena de hacer halagos a aquellos que lo merezcan debido a diversas razones.
Un elogio puede cambiar el día de alguien automáticamente, así que si quieres decir algo positivo ¡Hazlo! Esto solo puede dar resultados positivos cuando lo haces de manera respetuosa.

g) Porta siempre la bandera de la amabilidad
Ser amable es positivo tanto para ti, como para los demás. La amabilidad no solamente tiene que ver con la cortesía y educación, sino con la empatía. Cuando eres empático con los demás serás amable porque no sabes por cuáles situaciones está pasando cada quien y tendrás mucho mayor cuidado al elegir las palabras y el tono que utilices al dirigirte a ellos.
Ser amable no es ser blandengue. Puedes tener autoridad y comportarte como un líder en toda la extensión de la palabra sin que eso implique sacrificar la amabilidad.

Al poner en práctica cada una de estas recomendaciones verás cómo las relaciones con tus compañeros de trabajo e incluso con tus jefes, supervisores o gerentes mejorará. Lo más probable es que al principio sea difícil, sobre todo cuando estas personas comiencen a notar los cambios y puedan creer que quizá no se trate de algo genuino.

No dejes que esas dificultades del inicio te achicopalen; más bien, úsalas como motivación para seguir adelante y que puedas conseguir esos ansiados resultados que no llegarán de la noche a la mañana, pero cuando los obtengas sabrás que han valido el esfuerzo realizado.

Ahora, si has hecho cada una de estas cosas y todavía la situación no mejora, puede que sea momento de empezar a ampliar tus horizontes.


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Sobre el Autor:
 
Soy Andrés Gananci, un emprendedor y aventurero apasionado de la vida. Fundé mi primer negocio online con tan sólo 17 años. 12 años después, sigo viajando por el mundo mientras trabajo desde casa.
 
Editor de gananci.com
 
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